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Visión de la inversión publica de Bogotá

Tras estudios y observaciones semanales sobre la hacienda, finanzas y el erario, estos últimos cuatro meses del segundo semestre de 2017, hemos podido acercarnos y conocer las distintas decisiones que se han tomado en pos del desarrollo de la ciudad, invirtiendo los dineros públicos, y a su vez, los distintos impactos que estos han generado en la comunidad.

Estos últimos 4 meses de investigación nos permitieron ver con más claridad, lo que la ciudadanía no alcanza a percibir por la falta de información o por el sesgo que generan los mismos medios de información. Con este ejercicio, nos dimos a la tarea de comunicar a la ciudadanía de forma concreta y breve, qué pasaba semanalmente con el erario y si efectivamente se estaba poniendo en marcha el Plan de Desarrollo; por esta razón el estudio comenzó dando a conocer acerca del  presupuesto con el que la administración distrital contaba para el progreso de la ciudad: 18,7 billones de pesos, los cuales serían distribuidos en la diferentes entidades que se encargan de distintas partes de la ciudad, que en conjunto e idealmente funcionan bien; cuatro de éstas, recibieron el ochenta por ciento de los ingresos en inversión directa: el sector de la educación, con tres punto tres billones; Salud, con dos punto dos Billones; Movilidad, con uno punto seis Billones, e Integración Social, con un billón de pesos.

Adicionalmente, se presentaron temas de controversia, como lo son las diversas investigaciones que se llevaron a cabo por parte de la Contraloría, con respecto a los modos de recolección de basuras en el Relleno Doña Juana. Esta fue una de las noticias que abrieron la pregunta de investigación ¿a dónde van los dineros de Bogotá?, pues la Contraloría encontró un faltante de 4.100 millones de pesos, por parte de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos, que supuestamente iban a ser a destinados para desarrollar el manejo correcto de los desechos y así, mejorar la calidad de vida de la población y el ambiente; sin embargo, los requisitos solicitados para invertir este monto de dinero no fueron cumplidos por la empresa y aún así, se realizó la entrega de este capital. Pasaron casi cinco años desde que se realizó la “inversión” y la ciudadanía no ha podido ver ningún resultado.
Uno de los acontecimientos que fue clave, este año para la ciudad, fue la venida del Santo Papa Francisco, puesto que funcionó como cortina de humo para ocultar graves hechos como las pesquisas a solucionar respecto a la los rellenos sanitarios de Bogotá y el elefante blanco de la Empresa de Teléfonos de Bogotá (ETB), que se dio a conocer en el mes de septiembre, dos situaciones que evidencian el mal manejo de los dineros de la capital.

Por otro lado, el alcalde Enrique Peñalosa, afirmó que se pondría en marcha el plan de descontaminar el río Bogotá. Los recursos monetarios necesarios para este proyecto, serán respaldados por el cobro de una tarifa mínima que dependerá del estrato socioeconómico de cada ciudadano. ¿Más impuestos?  

Para la primera salida de campo que realizamos, no enfocamos en hacer un seguimiento a los dineros de Bogotá, nuestra pregunta problemática; por esta razón quisimos observar si el capital ciudadano estaba siendo invirtiendo, de forma correcta, en los planes propuestos por el alcalde mayor y las alcaldías que comprenden el Distrito Capital. En esta práctica tuvimos la oportunidad de observar las localidades de Teusaquillo, Chapinero y Usaquén, que son las zonas que habitamos y ver el estado tanto de la malla vial, como de las infraestructuras de las diferentes zonas verdes y de recreación. Con esta observación, pudimos darnos cuenta que los proyectos planteados para los parques, están siendo ejecutados y hay un mantenimiento casi constante de éstos; sin embargo el estado de la malla vial, está en pésimas condiciones. Así como hay calles a las que se les brinda el debido mantenimiento, hay otras que son ignoradas y representan una gran importancia para la movilidad. Lo más sorprendente de esta situación, es que a pesar de que los ciudadanos pagan sus impuestos puntualmente, trabajando día y noche, los órganos encargados de ejecutar los proyectos no hacen su debido trabajo, dejando a la población en estado de espera a ver si mejoran las condiciones de la ciudad.

Por otro lado, el aumento del cupo de endeudamiento es otra situación verdaderamente preocupante, pues cada vez sigue creciendo más, y los proyectos a los cuales se destina el dinero, no empiezan; como los es la construcción de las nuevas troncales de TransMilenio o la construcción de más espacios de educación. Entre más tiempo se demore la alcaldía en empezar, más dinero le costará a la ciudadanía compensar los endeudamientos; además se deben tener en cuenta las grandes implicaciones que tienen estas obras para cada ámbito de la sociedad. Un factor que agrava la situación es que, a medida que aumenta el cupo de endeudamiento, aumentan las investigaciones de diversos funcionarios públicos, acusados por corrupción.
En la segunda salida de campo pudimos comprobar los resultados de la primera salida de campo. Para este ejercicio, utilizamos cuestionarios que preguntaban a la población acerca de la opinión sobre el estado de la malla vial y las zonas verdes. Los resultado obtenidos nos ayudaron a comprobar nuestra observación y nuestras hipótesis sobre el mal manejo que se está haciendo del erario. La ciudadanía considera el estado de las vías de la siguiente manera: malo, 36.6%; regular, 54.2%  y bueno, 9.2% , así mismo con el estado de los parque obtuvimos: malo, 8.4%; regular, 67.9%  y bueno, 23.7% . Estos acontecimientos son solo algunos de todos los que pasaron y pasan diariamente en la ciudad, es realmente importante que toda la población bogotana esté al tanto de las inversiones y los movimientos del erario; la ciudad es de todos y si queremos que sea mejor para todos, debemos informarnos y luchar por lo que corresponde el pago de impuestos.